SALA 7

Llegamos a la sala 7 atravesando la puerta que fue el acceso exterior del palacio en su zona sur hasta que las Casas del Obispo se incendiaron en 1372. Tras aquel incendio, fueron Lope Fernández de Luna, arzobispo de Zaragoza, y el rey Pedro IV el Ceremonioso, quienes rehabilitaron el edificio, ya que residían de forma habitual en este complejo palacial. Ambos promovieron un nuevo palacio gótico mudéjar, de mayores dimensiones que el anterior. Para ello recurrieron a artistas mudéjares, artífices musulmanes afincados en tierras aragonesas y que perpetuaron elementos técnicos y estilísticos heredados de sus ancestros en sus obras de mecenazgo cristiano.

Llegamos a la sala 7 atravesando la puerta que fue el acceso exterior del palacio en su zona sur hasta que las Casas del Obispo se incendiaron en 1372. Tras aquel incendio, fueron Lope Fernández de Luna, arzobispo de Zaragoza, y el rey Pedro IV el Ceremonioso, quienes rehabilitaron el edificio, ya que residían de forma habitual en este complejo palacial. Ambos promovieron un nuevo palacio gótico mudéjar, de mayores dimensiones que el anterior. Para ello recurrieron a artistas mudéjares, artífices musulmanes afincados en tierras aragonesas y que perpetuaron elementos técnicos y estilísticos heredados de sus ancestros en sus obras de mecenazgo cristiano.

 

 

Este capitel decoraba, junto a los otros 5 aquí expuestos, el acceso de la desaparecida iglesia de Santiago el Mayor de Zaragoza. Subraya el uso del arte como recurso didáctico a lo largo de la historia. En este caso, se ve representado el nacimiento de Cristo con una iconografía inspirada en el evangelio apócrifo de Pseudo Dionisio, en el que se describe cómo dos matronas asistieron a la Virgen María en el parto.

Este capitel decoraba, junto a los otros 5 aquí expuestos, el acceso de la desaparecida iglesia de Santiago el Mayor de Zaragoza. Subraya el uso del arte como recurso didáctico a lo largo de la historia. En este caso, se ve representado el nacimiento de Cristo con una iconografía inspirada en el evangelio apócrifo de Pseudo Dionisio, en el que se describe cómo dos matronas asistieron a la Virgen María en el parto.

 

 

En este espacio destaca la cloaca del siglo XIV. Desembocaba en el Ebro y era parte de la red de desagüe de este nuevo palacio bajomedieval. Este recurso era un verdadero privilegio en aquella época, cuando lo habitual era echar los desperdicios a la calle por la ventana, o depositarlos en un pozo negro en el patio de las casas.

Este muro corresponde a la ampliación de mediados del siglo XVI, promovida por el arzobispo Hernando de Aragón, nieto del rey Fernando el Católico.
Los restos del suelo de cerámica pintada datan del siglo XVIII, y el resto de elementos arquitectónicos concentrados en la sala, componen un jardín arqueológico que deja ver restos de otras épocas, encontrados como relleno de los muros mientras se restauró el edificio (2007-2011).

¿Sabías que?…

 

  • Don Lope Fernández de Luna fue arzobispo de Zaragoza, consejero de armas del rey Pedro IV el Ceremonioso y militar. Estuvo al frente de la defensa de Calatayud de las incursiones castellanas en 1359.
  • Se conocen como evangelios apócrifos aquellos que no han sido reconocidos por la Iglesia al considerarse escritos con un carácter legendario y sin seriedad histórica.

¿Sabías que?…

 

  • Don Lope Fernández de Luna fue arzobispo de Zaragoza, consejero de armas del rey Pedro IV el Ceremonioso y militar. Estuvo al frente de la defensa de Calatayud de las incursiones castellanas en 1359.
  • Se conocen como evangelios apócrifos aquellos que no han sido reconocidos por la Iglesia al considerarse escritos con un carácter legendario y sin seriedad histórica.