Nos encontramos en el coro alto de la capilla renacentista, de mediados del siglo XVI, promovida por el arzobispo Hernando de Aragón (sala 4). Como testimonio de la importancia de la Eucaristía en el Reino de Aragón, en este espacio se ha creado un lugar de meditación y reflexión.
En el lateral izquierdo se ha recreado un Altar Eucarístico con todos los elementos propios del espacio de culto, tal y como se disponen en el altar para celebrar los oficios de la Octava del Corpus Christi, sesenta días después del Domingo de Resurrección. Se entiende con este conjunto cargado de simbolismo, la importancia de la celebración de la misa dentro del cristianismo.
En el lateral opuesto se muestra una cuidadosa selección de ornamentos y de objetos litúrgicos, destacando el terno del arzobispo Hernando de Aragón y el conjunto de orfebrería de diferentes parroquias de la diócesis de Zaragoza.