El segundo sitio de Zaragoza

El 21 de diciembre de 1808 comenzó el segundo sitio de Zaragoza. En el periodo entre sitios, los ciudadanos habían abastecido la ciudad y comenzado a reparar sus defensas pero no consiguieron finalizarlas a tiempo. Los franceses no dieron cuartel, sitiaron de nuevo la ciudad y los víveres se agotaron pronto, las defensas cayeron poco a poco a pesar de la ferocidad de sus defensores y la población no pudo resistir tantos frentes.

Fachada

Fachada norte del palacio arzobispal, en el paseo de Echegaray y Caballero.

Palafox, capitán general, utilizó el palacio arzobispal, donde se sitúa el museo Alma Mater,  como cuartel general  durante los asedios. Tomada ya la zona de El Rabal, el 9 de febrero de 1809 las tropas napoleónicas comienzan a dirigir sus bombardeos a la casa del prelado. Durante varios días los incesantes bombardeos acabaron con la fachada orientada hacia el Ebro y con su cubierta. El palacio quedó profundamente dañado con huellas de metralla entre sus paredes y vigas, y cuando concluyó la guerra el estado era totalmente de ruina. Meses después comenzaron las labores de restauración, un tema ya abordado en la publicación: El salón del Trono del palacio arzobispal: el paso de generales, reyes y papas. 

A parte de los distintos frentes, el hambre y las enfermedades diezmaron la ciudad y sus habitantes no pudieron resistir más de lo que ya lo habían hecho. La ciudad capituló el 29 de febrero de 1809. A partir de este momento, los franceses utilizaron muchos recintos sagrados, que fueron objeto de saqueos y profanaciones, para albergar cuarteles, hospitales o intendencia.  Ello supuso la desaparición de numerosas imágenes, retablos y pinturas, como, por ejemplo, tres pinturas realizadas por Goya, que se hallaban en la iglesia de San Fernando. Este templo fue usado como caballeriza por las tropas napoleónicas, y a su marcha, las pinturas de la “Aparición de San Isidoro a San Fernando”, “San Hermenegildo en prisión” y “Santa Isabel curando a una enferma” habían desparecido, bien porque fueron sustraídas o bien destruidas.

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«Vista de la calle del Coso», estampa perteneciente a la serie «Ruinas de Zaragoza» de Juan Gálvez y Fernando Brambila, publicada en 1812-1813.

Los sitios de 1808 y 1809 destruyeron importantes edificios civiles, como la Diputación del Reino, situada junto al palacio arzobispal, o el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia, además de numerosas iglesias y conventos, como los templos parroquiales de Nuestra Señora de Altabás y Nuestra Señora del Portillo, o los conventos de Santa Engracia, San Francisco, del Carmen, San José y San Agustín.

 

Bibliografía:

BUESA CONDE, D., “La diócesis de Zaragoza. Aproximación a su historia”, en VV. AA., El espejo de nuestra historia [Zaragoza, San Juan de los Panetes, Lonja, Palacio Arzobispal, 5 octubre 1991 – 6 enero 1992], Zaragoza, Arzobispado de Zaragoza, 1991, pp. 29-65.

RINCÓN GARCÍA, W., “Pintura y escultura en la diócesis de Zaragoza durante el siglo XIX”, en VV. AA., El espejo de nuestra historia [Zaragoza, San Juan de los Panetes, Lonja, Palacio Arzobispal, 5 octubre 1991 – 6 enero 1992], Zaragoza, Arzobispado de Zaragoza, 1991, pp. 609-616.