SALA 13 Y 14

Esta zona se corresponde con el espacio institucional del Palacio Arzobispal. Abarca toda la planta que se creó en la ampliación promovida por el arzobispo Hernando de Aragón en el siglo XVI y con la que se regularizó el conjunto de edificios que fueron anexionándose a lo largo de los siglos, desde la conquista de Zaragoza en 1118.
Esta sala constituye una antesala al Salón del Trono que muestra en la parte superior de sus muros una galería oficial de retratos idealizados de los obispos de Zaragoza, realizada por el pintor aragonés Pablo Rabiella y Díez de Aux. Sobre la puerta que da acceso a la pasarela, pueden contemplarse los retratos individualizados de los primeros arzobispos de Zaragoza. En esta sala se muestran también obras del siglo XVIII realizadas por Francisco de Goya y artistas vinculados con él, destacando Francisco Bayeu y Luzán.

Esta zona se corresponde con el espacio institucional del Palacio Arzobispal. Abarca toda la planta que se creó en la ampliación promovida por el arzobispo Hernando de Aragón en el siglo XVI y con la que se regularizó el conjunto de edificios que fueron anexionándose a lo largo de los siglos, desde la conquista de Zaragoza en 1118.
Esta sala constituye una antesala al Salón del Trono que muestra en la parte superior de sus muros una galería oficial de retratos idealizados de los obispos de Zaragoza, realizada por el pintor aragonés Pablo Rabiella y Díez de Aux. Sobre la puerta que da acceso a la pasarela, pueden contemplarse los retratos individualizados de los primeros arzobispos de Zaragoza. En esta sala se muestran también obras del siglo XVIII realizadas por Francisco de Goya y artistas vinculados con él, destacando Francisco Bayeu y Luzán.

 

En esta sala se reúne la obra de tres de los mejores artistas aragoneses del siglo XVIII y XIX: José Luzán, Francisco Bayeu y Francisco de Goya. José Luzán se formó en Nápoles dentro del barroco italiano, estilo que transmitió a Goya y Bayeu en sus primeros años de formación, siendo su maestro. Francisco Bayeu, deja ver en su pintura el tránsito del estilo barroco al rococó, con una maestría que le consagró como pintor de cámara, en 1767. Francisco de Goya y Lucientes, conocido a nivel internacional, destaca por su genialidad, considerándose el precursor del lenguaje expresivo de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Entre sus principales clientes se encontraron lo monarcas Carlos III y Carlos IV de España.

En esta sala se reúne la obra de tres de los mejores artistas aragoneses del siglo XVIII y XIX: José Luzán, Francisco Bayeu y Francisco de Goya. José Luzán se formó en Nápoles dentro del barroco italiano, estilo que transmitió a Goya y Bayeu en sus primeros años de formación, siendo su maestro. Francisco Bayeu, deja ver en su pintura el tránsito del estilo barroco al rococó, con una maestría que le consagró como pintor de cámara, en 1767. Francisco de Goya y Lucientes, conocido a nivel internacional, destaca por su genialidad, considerándose el precursor del lenguaje expresivo de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Entre sus principales clientes se encontraron lo monarcas Carlos III y Carlos IV de España.

 

 

Desde esta pasarela (sala 14) puede verse de cerca la decoración de la cubierta original de la capilla del siglo XV (sala 2). Realizar esta decoración requería una gran destreza: después de preparar el relieve en yeso, le aplicaban una capa de tierra roja (bol de Armenia) y, sobre esta, hojas de oro que se bruñían para conseguir un oro brillante con reflejos rojos por transparencia.

Desde esta pasarela (sala 14) puede verse de cerca la decoración de la cubierta original de la capilla del siglo XV (sala 2). Realizar esta decoración requería una gran destreza: después de preparar el relieve en yeso, le aplicaban una capa de tierra roja (bol de Armenia) y, sobre esta, hojas de oro que se bruñían para conseguir un oro brillante con reflejos rojos por transparencia.