MANTOS DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

LA EXPOSICIÓN

Con motivo de cumplirse 1975 años de la Venida de la Virgen a Zaragoza y 250 años de la construcción de la Santa Capilla del Pilar, tal y como la vemos hoy, el Museo Diocesano de Zaragoza muestra una rica colección de mantos de la Virgen del Pilar que son auténticas joyas del arte textil por su antigüedad y por los materiales de soporte con que están confeccionados.

Los orígenes de la costumbre de regalar mantos a la imagen de la Virgen del Pilar son verdaderamente antiguos. Esta expresión de devoción filial de personas e Instituciones hacia nuestra Virgen, solía tener como finalidad pedir favores o agradecer los ya recibidos, por lo que la colección es un homenaje de amor, ofrenda de gratitud, oración de acción de gracias, cumplimiento de promesas y petición de favores, y donde a veces esta gratitud está expresada directamente en la inscripción que se cose o borda en el forro de la pieza.

Los mantos tienen forma trapezoidal, con un amplio vuelo en la parte inferior, fruto de su adaptación al soporte en el que se colocan para vestir la imagen de la Virgen del Pilar y la Columna en la que apoya. La amplia variedad de colores, sus bordados, pinturas, motivos decorativos y ornamentales son un valor que trasciende lo puramente artístico y decorativo.

Esta interesante iniciativa, realza más, si cabe, la presentación que en el Museo Diocesano de Zaragoza hacemos de la Virgen del Pilar como inicio e hilo conductor de nuestra fe aragonesa.

“Espero y deseo que la Exposición de mantos de la Virgen del Pilar sea un momento para dar gracias a Dios por el regalo de su Madre a Zaragoza y Aragón, y una oportunidad para crecer en la verdadera devoción a la Virgen que `no consiste ni en un sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes´ (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 67)”.

Vicente Jiménez Zamora

Arzobispo de Zaragoza

“Manifestamos la intención de exponer por primera vez parte de la rica colección de mantos que arropan y adornan el bendito Pilar, y que son expresión de la devoción filial de personas e Instituciones hacia nuestra Virgen. El deseo del Cabildo se ha cumplido con el aplauso de muchas personas que deseaban contemplar los mantos de cerca y sin prisas”.

Manuel Almor Moliner

Deán del Cabildo Metropolitano de Zaragoza

“La mayoría de los mantos se ajustan a los colores litúrgicos para poder ser usados a lo largo del año de acuerdo con los ciclos de la liturgia”, “Por lo tanto se debe desechar cualquier otra interpretación supersticiosa o mágica de los colores”.

Ignacio-Sebastián Ruiz Hernández

Canónigo Director del Patrimonio Artístico de las Catedrales de Zaragoza

EL ORIGEN

Si tenemos que destacar un elemento universal en la devoción a la Virgen del Pilar es imprescindible centrarnos en los Mantos que han engalanado la imagen de Nuestra Señora, así como en la Sagrada Columna romana, testigo de la indiscutible presencia de María de Nazaret en la Zaragoza de principios del siglo I.

Sobre esa sagrada Columna se colocará la talla que pone imagen y que recoge la devoción a Santa María del Pilar. Convertida en la razón del santuario, esa imagen de la Virgen con su Hijo en brazos se adornó con un manto que enriquecía su visión y ennoblecía la representación mariana.

Si nos fijamos en el elemento del manto, la iconografía de las advocaciones occidentales tiende desde muy pronto a proponer que la Virgen acoge a los fieles bajo su manto, los protege del mal y los presenta como indiscutibles hijos suyos, es un sentimiento generalizado el querer cobijarse bajo el manto de María, y el manto de las tallas de la Virgen se convierte en la garantía de que es posible la protección. Sentimiento que convierte el manto en el elemento de referencia de la presentación de la Virgen del Pilar.

Texto extraído del artículo de:

Domingo J. Buesa Conde

Catedrático de Bachillerato, doctor en Historia, Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.

Director del Museo diocesano – Arzobispado de zaragoza

LOS MANTOS

La espléndida colección de mantos de la Virgen del Pilar ha ido creciendo a lo largo de los siglos, y a día de hoy continúan llegando donaciones de mantos por parte de particulares y asociaciones, puesto que si antiguamente la donación de mantos solía tener como finalidad pedir favores o agradecer los ya recibidos a la Virgen del Pilar, hoy es más bien el amor y la devoción lo que mueve a entregar a la Virgen nuevos mantos que enriquecen continuamente lo que, cariñosamente, podríamos denominar su «ropero«.

Los mantos de la Virgen del Pilar son auténticas joyas del arte textil por su antigüedad, por los materiales de soporte con que están confeccionados (tisú, terciopelo, raso de seda, damasco, brocado, cuero, papel, hilo), por sus bordados, pinturas y motivos ornamentales, su verdadero valor trasciende lo puramente artístico y decorativo.

Una oportunidad para descubrir la amplia variedad de colores, el origen de su forma trapezoidal o la manera de colocar el manto de estas ofrendas que nacen de corazones enamorados y agradecidos.

 

Texto extraído del artículo de:

Ignacio-Sebastián Ruiz Hernández

Canónigo Director del Patrimonio Artístico de las Catedrales de Zaragoza