Santa Engracia, antigua patrona de Zaragoza

Hoy conmemoramos el día de santa Engracia, la antigua patrona de Zaragoza. Sí, habéis leído bien, santa Engracia fue patrona de la ciudad antes que la Virgen del Pilar.

Detalle del boceto para la obra pintada en el crucero del templo de Santa Engracia, realizada por José Pallarés en 1896. Se conserva en el Alma Mater Museum.

Detalle del boceto para la obra pintada en el crucero del templo de Santa Engracia, realizada por José Pallarés en 1896. Se conserva en el Alma Mater Museum.

Todo comienza cuando a principios del siglo IV Diocleciano decretó la persecución a los cristianos. Aquí tenemos a la protagonista de nuestra historia, de origen portugués, quien estaba realizando un viaje junto con su séquito hacia tierras francesas para desposarse. En su parada en Zaragoza no pudo soportar el agravio que sufrían los cristianos e intercedió por ellos ante Daciano. El prefecto mandó apresarles a ella y a su séquito, y ordenó que la torturasen por no renegar de su fe. Sufrió varias torturas y murió a causa de una de ellas, con un clavo en la frente. Sus restos se preservaron en la necrópolis situada a las afueras de Caesaraugusta.

En el siglo XV, Juan II de Aragón (1458-1479) sufrió de cataratas y quiso encomendarse a la protección de santa Engracia, por ello mandó que se pasara cerca de sus ojos el clavo de su martirio. Como salió ileso de la operación, el rey quiso realizar el monasterio jerónimo de Santa Engracia, en el lugar donde se encontraba la iglesia de las Santas Masas, aunque finalmente lo acabaron construyendo su hijo Fernando II (1479-1516) y la reina Isabel de Castilla (1474-1504). De este monasterio solo preservamos parte de la portada, ya que quedó prácticamente destruido en 1808. Por fortuna, los restos de la santa se conservaron en la cripta sin mayor daño y posteriormente se pudo comenzar la construcción de la nueva iglesia después de los Sitios.

En 1480, como fruto de esa advocación hacia la santa (ya hemos mencionado el caso del rey Juan II) el Concejo nombra a santa Engracia patrona de la ciudad. A partir del año 1642, se nombra también patrona de Zaragoza a la Virgen del Pilar, tras el famoso milagro de Calanda.