El día de la madre.

Vamos a dedicar este post a las madres, esas personas tan especiales en nuestra vida, que no solo nos han dado la oportunidad de vivir, sino que día a día nos cuidan, nos protegen y nos dan su amor incondicional.

No importa la cultura o religión que se profese, ya que es un día celebrado en muchos países del mundo, y a lo largo de los siglos distintas culturas no han cesado en su festejo. Por ejemplo, en Egipto se celebraban fiestas en honor a la diosa Isis, en Grecia a la diosa Rea y la diosa Cibeles,  los romanos festejaban la Hilaria y en México los aztecas honraban a la diosa Coatlicue. Es por ello que no es de extrañar que los cristianos  fijasen un día para honrar a la Virgen María.

Pero actualmente la celebración de este día depende del país. Así por ejemplo, en Irlanda y Reino Unido se celebra el cuarto domingo de Cuaresma, basándose en una tradición del siglo XVII, en la que los siervos podían regresar a sus casas y colmaban de flores a sus madres.

Otra historia curiosa es el origen en Estados Unidos. En 1870, Julia Ward Howe organizó una manifestación pacífica y una celebración religiosa con todas las madres cuyos hijos perdieron en la Guerra Civil americana. Unos años más adelante, Anna Reeves Jarvis comienza una campaña para que se instaure el Día de la Madre tomando como base la demanda de Howe. Finalmente, en 1914, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, declarase como día oficial el segundo domingo de mayo.

En España, celebramos este día el primer domingo de mayo, pero no fue siempre así. Antes, se celebraba el día 8 de diciembre, día de la  Inmaculada Concepción. Esta fecha se cambió con la decisión del presidente estadounidense en 1914. Muchos países decidieron pasar sus fechas a mayo, pero no solo por la iniciativa de este presidente, también porque el mes de mayo es el mes de la Virgen, el mes en el que, como las flores, todo se renueva, todo nace.