Costumbres del Viernes Santo.

Torrijas, rosquillas, buñuelos, leche frita, monas de Pascua… ¡Seguro que se os está haciendo la boca agua! Aunque hoy es un día de recogimiento y de ayuno para muchos cristianos, no podemos dejar de pensar en esos dulces especiales que se hacen para estas fechas.

LLANTO DAMIAN FORMENT 300X300La abstinencia propia de Cuaresma, y el ayuno en Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, hacía que la ingesta de proteínas cárnicas fuera mucho menor, por lo tanto muchos cocineros y cocineras se las ingeniaron para crear postres con un gran contenido calórico cargados de harina, leche, huevos, mantequilla, azúcar o miel.  Además hay que tener en cuenta que antiguamente pasaban más de doce horas trabajando en el campo, así que necesitaban toda la energía posible para no desfallecer. Las proteínas del huevo y la leche hacían de sustitutas de las de la carne. Por ello la mayoría de dulces que se consumen en Semana Santa tienen leche, azúcar y huevo como principales ingredientes. Otro alimento muy consumido es el pan, símbolo de la última cena que se celebró ayer.
La mona de Pascua ha cambiado con los años y ahora se comercializan figuras de chocolate y otros ingredientes, además de adornarse con colores llamativos, pero antiguamente este postre era un bollo. La elaboración de estos dulces proviene de la costumbre de bendecir todos los huevos que las gallinas ponían el Miércoles de Ceniza y que muchas veces se pintaban de rojo en recuerdo de la sangre derramada por Cristo. Con esos huevos, se realizaban pasteles o bollos.

Con tanto postre, se nos va a hacer difícil la abstinencia del día de hoy, así que os dejamos con una imagen del museo para que no se nos olvide el significado del día de hoy. Es una talla policromada del siglo XVI realizada por Damián Forment, titulada Llanto ante el cuerpo de Cristo, perteneciente al retablo de la parroquia de San Miguel.