¡Felicidades a todas las mujeres!
¡Feliz día de la mujer! Hoy celebramos la festividad de santa Águeda, quien se considera la patrona de las mujeres. Pero, ¿quién era santa Águeda?
Hace unos días os hablamos de otros mártires de Hispania, como san Valero y san Vicente, pero para hablar de santa Águeda vamos a retroceder todavía un poquito más en el tiempo para situarnos a mediados del siglo III y en Sicilia. Esta joven cristiana perteneciente a una familia adinerada quiso consagrar su virginidad a Cristo. El procónsul Quintiliano, quien había sido rechazado por Águeda, mando arrestarla y fue entregada a Afrodisia, que regentaba un burdel para tentarla y enseñarle las malas artes. Ella lo evitó y se entregó a la oración manteniéndose virgen. Fue entonces llevada ante el procónsul y el tribunal, quienes ordenaron que torturaran a la joven: potro, azote con varas, desgarre con garfios y amputación de los senos. Se le atribuye a la santa el decir la siguiente frase: “Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?«.
Dicen que se le apareció San Pedro en una visión y que le curó las heridas, pero por desgracia los martirios siguieron para ella y fue arrojada sobre carbones al rojo vivo. En ese mismo momento, se produce un terremoto y varios de los guardias que la habían arrojado murieron. Cuentan que ella al expirar lanzó un grito de alegría dando las gracias a Dios.
Los cristianos recogieron sus reliquias y se preservaron en Catania, Sicilia. Según cuentan un año después de su muerte, el volcán Etna entró en erupción y los pobladores de aquella zona rogaron a santa Águeda protección. Desde entonces es patrona de Catania y de toda Sicilia.
En Zaragoza, muchas feligresas acuden en este día a la parroquia de Nuestra Señora del Portillo para venerar su imagen. Y por supuesto, en lo gastronómico, no podía faltar un dulce con forma de pecho, las tradicionales “teticas” hechas de bizcocho, recordando a las que le fueron cercenadas a la santa.
Podréis ver en muchos casos a Santa Ágeda representada sujetando una palma, como las imágenes que os enseñamos hoy de algunas de las obras del museo. La palma de martirio es un tributo de los mártires, y fue adoptado por los primeros cristianos como símbolo de la victoria de los fieles en el las batallas emprendidas contra el alma.