Francisco Bayeu y su bello cuadro de la ‘Inmaculada Concepción’
Uno de los lienzos más bellos que pueden encontrarse en el MUDIZ, es un cuadro de la Inmaculada Concepción pintado en el año 1758 por Francisco Bayeu (1734-1795), del cual veis hoy un detalle. Es todavía una obra temprana del artista, que contaba con veinticuatro años y por aquel entonces realizaba encargos para iglesias y conventos.
Posteriormente fue requerido Raphael Mengs, primer pintor de la corte española, para que le ayudase en la decoración del Palacio Real, por aquel entonces denominado “Palacio Nuevo”. Tras ello participó en otras obras llevadas a cabo en los reales sitios, por lo que finalmente fue nombrado pintor de cámara. Tuvo que compaginar los trabajos de la corte con otros importantes encargos, como las pinturas del claustro de la catedral de Toledo, o unas de sus empresas más conocidas, la decoración de las bóvedas de la Santa Capilla de la basílica de Nuestra Señora del Pilar.
Entre otras funciones, fue responsable de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, por lo que debió supervisar el trabajo de su hermano Ramón y el de su cuñado, Francisco de Goya, y también restauró algunas pinturas de la colección real por orden del monarca Carlos III.
Tras su muerte, Francisco de Goya le pintó un retrato póstumo por encargo de su sobrina, para ello, el artista de Fuendetodos tuvo que valerse de un autorretrato de Bayeu, pero consiguió captar la psicología del retratado.