Joaquín Pallarés, el pintor de los casacones

En la entrada de hoy vamos a hablar de un autor al que probablemente no conozcáis. Su nombre es Joaquín Pallarés (1853-1935) y fue un pintor zaragozano que destaca por haber decorado la bóveda central de la actual Iglesia de Santa Engracia. Inició su formación en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, para luego continuar su formación en Madrid, París y Roma. En la última etapa de su vida, después de vivir un tiempo en Barcelona, regresó a su ciudad natal como profesor de la Escuela de Bellas Artes y conservador del Museo de Antigüedades.

Su pintura abarcó prácticamente todos los géneros y estilos: retratos, composiciones murales, aunque sí es cierto que destacó principalmente como pintor de casacones. Para el que no lo sepa, la pintura de casacón era un género muy valorado por la burguesía decimonónica ya que generalmente representaban escenas de la vida cotidiana con ciertos aires de nostalgia sobre los tiempos pasados. Por lo tanto, normalmente eran pinturas con una estética del siglo XVII o XVIII, cercano al rococó, y que pretendían buscar en el pasado la legitimidad de una alta burguesía que dominaba tanto en el plano económico como en el político. Así que Pallarés se pudo ganar bien la vida vendiendo este tipo de escenas.

De este modo, solo nos queda invitaros al museo para que podáis contemplar el boceto que el propio Joaquín Pallarés presentó al concurso para la decoración de la bóveda de la Iglesia de Santa Engracia que ya hemos comentado. Una decoración que era necesaria pues la iglesia que tenemos en la actualidad es una reconstrucción de finales del siglo XIX tras su voladura en 1808 por los franceses durante los Sitios.

En la imagen de arriba podéis ver un detalle del cuadro, corresponde a la parte inferior y representa el juicio de Santa Tecla ante el tribunal romano, trasladándonos así a comienzos del siglo IV.