LA RUTA DE LA PASIÓN

A lo largo de la exposición “La ruta de la Pasión” nos introducimos en diferentes aspectos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, a través de un conjunto de obras de arte compuesto por imágenes y atributos de distintas cofradías de Zaragoza y piezas de la colección permanente de Alma Mater Museum.

La exposición de obras seleccionadas se inicia en la sala 5 del museo, y finaliza en la sala 12.

SALA 5

LA ÚLTIMA CENA

En el sagrario monumento de Longares, vemos la representación de la Última Cena, con Jesús reunido con los doce apóstoles en el momento en el que les comunica que uno de ellos le va a traicionar. Todos los apóstoles aparecen inquietos ante esas palabras, salvo Judas, que se muestra con gesto ausente. En la mesa se distingue el cáliz y el pan, que representan el cuerpo y la sangre de Cristo. El conjunto lo completa el aguamanil, que nos recuerda el lavatorio de los pies, con el que Jesús constató que vino a servir y no a ser servido.

LA ORACIÓN EN EL HUERTO

La escena de la oración en el Monte de los Olivos es un episodio previo al Prendimiento de Jesús y al inicio de la Pasión. En este espacio vemos la escena descrita de dos maneras diferentes: en el boceto de Olot, se describe un dolor contenido y consolador, al hablar Jesucristo con el ángel, frente al sentimiento de soledad y angustia, que manifiesta la Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos.

LA FLAGELACIÓN

A través de dos ejemplos de Cristo atado a la columna y la creación de la corona de espinas, los flagelos y la vara, nos trasladamos al momento de la flagelación de Cristo. Este momento aconteció después de que los judíos eligiesen liberar al bandido Barrabás, en vez de a Jesús. Entonces, Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar.

CORONACIÓN DE ESPINAS

“Entonces los soldados del gobernador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte: le desnudaron y pusieron un manto púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en su mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaron de él diciendo: “Salve, Rey de los judíos”. (Mt 27, 27-29).

 

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EL ECCE HOMO

El Ecce Homo fue un tema que se desarrolló sobre todo al partir de la Contrarreforma (mediados del siglo XVI). El título de la escena emplea las mismas palabras que pronunció Poncio Pilato, cuando mostró a Jesús a los judíos, con la corona de espinas, la vara y el manto púrpura, simulando la vestimenta del  rey de los judíos. En ese momento les dijo “Aquí tenéis el hombre”. Al avanzar a la siguiente planta, en la sala 6 puede verse el ejemplo más antiguo de túnica del Nazareno, datada en el siglo XVIII.

SALA 8 y 9

LA CRUCIFIXIÓN

La Crucifixión tuvo lugar en el Monte de la Calavera o “Gólgota”. No estaba sólo, pues lo crucificaron entre dos malhechores. Las últimas palabras pronunciadas por Jesús antes de morir: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” y “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” reflejan el acto de sacrificio que representa este momento de la Pasión de Cristo.

En las obras de este espacio, referentes a la Crucifixión, se aprecian las diferentes fórmulas empleadas a lo largo de la historia, con ejemplos curiosos como el Cristo articulable de Cariñena (sala 8), del siglo XIV, que permitía componer la escena del Descendimiento de Cristo de la Cruz, o la Cruz Memento (sala 9), en la que figuran con pirograbado los nombres de los cofrades difuntos de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad y del Santo Refugio, saliendo así en procesión hasta la actualidad. Destaca el Cristo del Santo Refugio, llamado “de los tres clavos”, que muestra un dolor sereno.

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SALA 10

EL DOLOR

En el siguiente grupo de obras, vemos reflejado el dolor de la Virgen como Madre de Cristo. Comenzamos el recorrido con la Piedad, de Miguel Ximénez, iconografía surgida en la Baja Edad Media para reflejar el dolor ante la imagen de su Hijo muerto entre sus brazos. Esta escena evoluciona en el Renacimiento, en obras como el relieve de Damián Forment que represento el Descendimiento de Cristo, de 1524.

Además de las imágenes que reflejan el dolor de la Virgen María, acompañada por diversos personajes, el dolor de una madre, vivido en soledad, se refleja en la imagen de la Dolorosa, de Antonio Palao, la Virgen al pie de la cruz, de Félix Burriel, y el Busto de la Virgen en el primer dolor, del padre Lacarre.

SALA 11

LA MUERTE

Tras fallecer Jesús, retiraron el cuerpo de la cruz, y envolvieron el cuerpo con lienzos, con una mezcla de aromas habitual entre los judíos, y lo introdujeron en un sepulcro próximo en el que no había nadie más. En este  espacio, el Cristo Yacente del Real Seminario de San Carlos, representa la idea del cuerpo sin vida de Cristo, custodiado por la alegoría de la Muerte, del siglo XIX.

Las dalmáticas negras y los relicarios situados en esta sala, nos trasladan diferentes formas de rememorar a los muertos que han sido ejemplo en vida.

SALA 12

LA RESURECCIÓN

El itinerario finaliza en esta sala, centrada en la idea de la esperanza encarnada en la Resurrección de Cristo. Este momento de la Pasión aparece descrito en el evangelio según San Lucas, siendo avisada por el propio Jesús en vida, al indicar que, tras ser crucificado, resucitaría al tercer día.  Las esculturas que componen este conjunto, representan diferentes fórmulas para mostrar a Cristo Resucitado, así como la imagen de la Virgen de gloria, en la que la Madre de Cristo ha dejado atrás la angustia ante el dolor de su Hijo crucificado.