La sala de exposiciones temporales y el antiguo paso a la Diputación del Reino.

La sala de exposiciones temporales del Alma Mater Museum es un espacio diáfano que se encuentra en el nuevo bloque de servicios del edificio que permite el funcionamiento del mismo, con oficinas, almacenes, instalaciones, montacargas, aseos, etc. Con anterioridad a la restauración del palacio arzobispal que tuvo lugar en la pasada década, en este lugar se encontraban varios despachos y alcobas, organizados en torno a una escalera central, en ocasiones sin ventilación ni iluminación natural.

Diferentes documentos históricos hacían suponer que en esa zona del edificio podría haber sido construido el antiguo paso que comunicó el palacio arzobispal con el palacio vecino, la Diputación del Reino, que fue construido en el siglo XV y destruido tras el incendio que provocaron las bombas de las baterías francesas durante el Segundo Sitio de Zaragoza, en 1809. Por ese motivo, el siglo XIX fue sustituido por el Seminario Conciliar, y actualmente ocupa su solar la Casa de la Iglesia.

Esta construcción tenía su origen en la galería de comunicación mandada construir por la reina Isabel I de Castilla (1474-1504), que trató de facilitar el paso y proporcionar el acceso seguro a los monarcas desde sus aposentos en la residencia arzobispal a la sede de las Cortes, en el palacio de la Diputación. Ese paso serviría a su vez para los arzobispos, que en ese momento eran miembros de la casa real, y luego también virreyes de Aragón. Conocemos el aspecto de la galería gracias a un importante documento gráfico: la Vista de Zaragoza realizada por el pintor flamenco Anton Van den Wyngaerde, en 1563. En ella se aprecia que la edificación se estructuraba en dos niveles, con una galería de cuatro arcos en el nivel inferior y seis arcos en el superior.

Detalle de la vista de Zaragoza realizada por Antón van den Wyngaerde en 1563, conservada en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena.

Detalle de la vista de Zaragoza realizada por Antón van den Wyngaerde en 1563, conservada en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena.

La Vista de Zaragoza que Juan Bautista Martínez del Mazo pintó en el año 1647 para el rey Felipe IV (1621-1665), nos ayuda a comprender la evolución de este espacio, pues apreciamos que la galería se había trasformado en una sólida construcción anexa al palacio. Además, se conservan unos planos del edificio que datan de 1777, donde se indica que en esa zona se encontraban las habitaciones de verano, que contaban con vistas al jardín interior y también con ventabas sobre la ribera del Ebro. Unos años más tarde, se realizarían algunas reformas que afectarían a la comunicación de estas estancias.

Mediante estas noticias, en los trabajos de restauración se tuvo presente la posible existencia de algunos vestigios, que fueron hallados durante el proceso. En la planta baja surgieron los restos de sus arcos y columnas de piedra adosadas al muro, y en el nivel superior las cerchas del tejado. Los testimonios del antiguo paso a la Diputación del Reino pueden contemplarse visitando el Alma Mater Museum, pues se encuentran en el espacio de entrada al museo desde el paseo Echegaray y en la actual sala de exposiciones temporales.

Cerchas del antiguo paso a la Diputación del Reino, visibles desde la sala de exposiciones temporales del Alma Mater Museum.

Cerchas del antiguo paso a la Diputación del Reino, visibles desde la sala de exposiciones temporales del Alma Mater Museum.

 

Bibliografía:

BOROBIO SANCHIZ, J. y BOROBIO SANCHIZ, S., Museo Diocesano de Zaragoza. Biografía de una restauración, Zaragoza, Museo Diocesano de Zaragoza, 2011.

BUESA CONDE, D. J. y BOROBIO SANCHIZ, J.,  “El Museo Diocesano de Zaragoza. Su proceso de creación”, Artigrama, núm. 29, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, Departamento de Historia del Arte, 2014, pp. 37-64.

CHIRIBAY CALVO, R., “Algunos apuntes para el conocimiento del Palacio Arzobispal de Zaragoza”, Aragonia Sacra, núm. I, Zaragoza, Arzobispado de Zaragoza, 1986, pp. 29-51.