La fortaleza de la historia.

El pasado mes de noviembre os introdujimos en el trabajo de colaboración que estamos desarrollando con el equipo de la Comunidad Terapéutica de Proyecto Hombre, dentro del proyecto Resiliarte, con el que pretendemos hacer del museo un lugar para todos, dándole un uso plural, social y que permita reconstruirnos en su recorrido. Hoy vamos a contaros parte del trabajo realizado con el grupo de terapia familiar que Proyecto Hombre tiene dentro de su programa.

maria-de-castilla

Reina María de Castilla (1410-1458).

En la última actividad con algunos usuarios de Proyecto Hombre y sus familiares y amigos hemos trabajado el tema de las fortalezas personales y de la comunidad en la que estamos. Y ya que estamos en un lugar con mucha historia, qué mejor manera de recapacitar sobre nuestras fortalezas, que echar la vista atrás y pensar en aquellos personajes que vivieron en el palacio arzobispal, aquellas reinas, reyes, arzobispos y sus cortes,  que tuvieron que enfrentarse como cualquier persona de a pie, a sus propios fantasmas y circunstancias, ya que una cosa es cierta, y es que seamos reyes o plebeyos, los sentimientos nos igualan.

haciendo-escudos-300-x-300

Usuarios de Proyecto Hombre en la última actividad realizada con su grupo de familias, elaborando su escudo con las fortalezas familiares, el pasado martes 13.

Cuando hablamos de fortalezas podemos hacerlo centrándonos en las fortalezas del individuo como ser aislado, o como parte integrante de una comunidad. Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense que destaca dentro de la Psicología Positiva, definió un total de 24 fortalezas personales que pueden definirse, contextualizarse e, incluso, medirse.  Algunas de estas fortalezas seguro que os resultan familiares, por ejemplo: la creatividad, la curiosidad, la apertura mental, la valentía, la perseverancia, la gratitud, el sentido de la justicia o la esperanza. Algunas de estas nos acercan a la reina María de Castilla, que vivió a mediados del siglo XV. No es muy conocida, pero hizo una gran labor gobernando el territorio aragonés de la península mientras su esposo, el rey Alfonso V, guerreaba en Italia, quedándose a vivir allí para siempre. No pudo dejar heredero ya que era estéril como consecuencia de haber padecido viruela en su infancia. Este y otros motivos hicieron que su matrimonio con el rey se distanciase. Con Alfonso V en Italia y un vasto territorio que dirigir, María de Castilla se armó de una tenacidad y liderazgo suficientes como para llevar a cabo el gobierno de Aragón. De su carácter fueron testigos los muros de este museo, ya que en sus visitas a Zaragoza para reunirse con las Cortes y otros menesteres, residía en el palacio arzobispal, donde se sitúa el Alma Mater Museum.

Ni uno ni otros reinaron solos, sino que lo hicieron rodeados de una corte y de algunos miembros de su familia y el prelado. Este hecho nos conduce a hablar de las fortalezas de una comunidad, como pueden ser la confianza mutua o el altruismo. Y como una familia no deja de ser una comunidad, podemos  intentar hacer nuestro propio escudo, destacando las cualidades que tenemos junto a nuestra familia y amigos, como han ido haciendo las gentes nobles a lo largo de la historia y como hicieron los usuarios de Proyecto Hombre y sus familiares en la última visita, recordando así todo lo bueno que les une y refuerza. En el museo tenemos además, algunos ejemplos que compartimos con vosotros.

 

 

Escudo de don Lope Fernández de Luna, en la techumbre mudéjar del salón de Pedro IV del palacio arzobispal de mediados del siglo XIV, en el Alma Mater Museum.

 

Escudo del arzobispo don Hernando de Aragón, nieto de Fernando el Católico, bordado en su terno, expuesto en el museo.

Escudo del arzobispo don Hernando de Aragón, nieto de Fernando el Católico, bordado en su terno a m.s. XVI, expuesto en el museo.